Friday, March 5, 2010

De mujeres y el mundo perfecto


Las mujeres, la política, su inserción y participación en ésta, la importancia de las mismas y cómo nos ha afectado (positiva o negativamente) durante los últimos 50 años eran sólo algunos de los conceptos que revoloteban en mi cabeza, tratando de tomar forma, orden y sentido. Pero por más que intentaba, mi mente estaba más allá o tal vez en ningún lugar. Después de días de esperar el momento en que pudiera escribir sobre este tipo de temas, simplemente me encontré "bloqueada", pero ¡qué tontería! fui yo quien eleigió el tema, he leído sobre el mismo durante algunos días y tengo un sin fin de teorías e ideas en la mente, ¿por qué entonces no puedo plasmarlas?

Entre imágenes de Eva Perón, Margaret Thatcher, Benzair Bhutto, Angela Merkel, Codolezza Rice, Hillary Clinton, Michelle Bachelet y Cristina Fernández, todo se volvía un poco más confuso. Cómo quisiera estar en los zapatos de ¡al menos una de ellas al menos por un día! Saber lo que se siente tener el poder de tomar decisiones que ayudarán o afectarán a miles de personas, tanta presión sobre tus hombros, entender cómo sacar adelante a un país cuando además de todos los problemas que deban resolverse, se encuentra el hecho de estar bajo la marca de "ser mujer" y que, como leí en un texto, si las cosas salen bien se les compara -irónicamente- con los hombres, porque hicieron un buen trabajo como ellos; pero si, por el contrario, la decisión tomada tiene consecuencias negativas, entonces se adjudica a que es mujer.
Pero ¡qué coraje! y qué cierto a la vez que nosotras mismas hemos provocado, a lo largo de la historia, que se hagan estas diferencias. Ahora que lo pienso creo que este tema (las mujeres en el poder) y otro de los que elegí (liberación femenina) están tan relacionados que es casi imposible hablar de uno sin hacer referencia al otro.

Quizá habría que leer muchos libros para poder entender exactamente el por qué de ciertas decisiones y situaciones en momentos determinados de la historia de la liberación femenina y cómo a partir de ésta la mujer pudo llegar a ocupar cargos verdaderamente importantes en política. Quizá no, quizá baste sólo ver lo que se vive ahora para entender que a pesar de todo no se ha avanzado tanto; porque esas mujeres que logran dirigir países siguen siendo minoría, y en muchas partes del mundo -del otro porcentaje de mujeres- algunas siguen padeciendo maltrato no sólo psicológico sino verbal, violencia y discriminación.

En un mundo en el que las cosas cada vez parecen estar más al revés, probablemente llegue el día en que las mujeres tengan el control político y económico del mundo, en el que la participación de los hombres sea casi nula y se encuentren en una lucha por recuperar lo perdido. Pero mientas eso pasa, sería reconfortante saber que por un momento no existen más esa clase de peleas por ver quién puede más sino encontrar un equilibrio que, como en la naturaleza misma, siempre es la mejor opción para vivir de manera tranquila y como debería ser en un mundo perfecto...

Tuesday, March 2, 2010

Viajes peNdientes...

Las imágenes de la película pasaban tan rápido que no supe si era el ritmo de la misma o mi mente que no paraba de trabajar al sentirse identificada con lo que veía, y así, en un parpadeo simplemente me perdí!

Divagando entre fotos que forman parte de los mejores recuerdos, me transporté -casi instantaneamente- hacia atrás en el tiempo. De un lugar a otro con la mochila, algunas veces al hombro y otras arrastrada por ese maravilloso invento del hombre (las rueditas). Nos volvimos inseparables, tal vez debido a que era mi única compañía constante. Comí todo lo que pude -hasta lo desconocido-, tomé todo lo debido, conocí mucha gente, hablé con todo el que se cruzó por mi camino (o al menos lo intenté) y huí de los que hablaban español (como si fueran a conocerme); de momento me sentía contenta y emocionada por la conexión que a veces se tiene con alguien que vive tan lejos de uno. Y aún así, a pesar de todo ello, al volver a la habitación (compartida por gente de diferentes continentes) algo así como una catarsis tomaba vida dentro de mí. Volvía a estar, rodeada de gente pero sola y mi única compañera se volvió mi confidente, llevando con ella -además del peso de mis objetos personales- mis emociones contenidas al ver lo que veía y vivir lo que vivía, sin poder decir nada...

Entonces entendí eso que dicen muchos "viajar enriquece, te hace madurar, crecer y en muchos sentidos valorar lo que tienes (o tenías) en casa". Esos viajes que realizamos solos nos hacen comprender un millón de cosas, y mirar (observar) todo aquello que generalmente pasa por común a nuestra vista. Las fotos pueden decir mucho, pero jamás se acercarán si quiera a lo que en realidad sentimos al estar en ciertos lugares, a las experiencias que tuvimos, a la calidad de la gente, el trato, el idioma y todo lo demás.

Algunas veces me descubro extrañando algún sabor, un sonido e incluso aromas, intentando no desesperarme por querer volver a estar ahí. Entonces, respiro larga y profundamente, me relajo y pienso en el próximo viaje, ese en el que mi compañera inseparable seguirá estando ahí, pero en el cual también tendré a alguien a mi lado para poder admirar, reir y compartir la magnitud de cada escenario. Un viaje en el cual las fotos no serán sólo de los lugares sino de las personas que fueron a visitarlos.

Y, como en la película, cada viaje es -definitivamente- diferente, cada uno nos aporta diferentes experiencias y enseñanzas, algunas veces debemos ir solos para encontrarnos con nosotros mismos, otras tantas (considero que la mayoría) debemos, al menos, intentar hacerlo acompañados. Es momento entonces, de pensar no sólo en esos viajes que ya hemos realizado sino de esos que tenemos pendientes y con los que ya soñamos...