Tuesday, March 2, 2010

Viajes peNdientes...

Las imágenes de la película pasaban tan rápido que no supe si era el ritmo de la misma o mi mente que no paraba de trabajar al sentirse identificada con lo que veía, y así, en un parpadeo simplemente me perdí!

Divagando entre fotos que forman parte de los mejores recuerdos, me transporté -casi instantaneamente- hacia atrás en el tiempo. De un lugar a otro con la mochila, algunas veces al hombro y otras arrastrada por ese maravilloso invento del hombre (las rueditas). Nos volvimos inseparables, tal vez debido a que era mi única compañía constante. Comí todo lo que pude -hasta lo desconocido-, tomé todo lo debido, conocí mucha gente, hablé con todo el que se cruzó por mi camino (o al menos lo intenté) y huí de los que hablaban español (como si fueran a conocerme); de momento me sentía contenta y emocionada por la conexión que a veces se tiene con alguien que vive tan lejos de uno. Y aún así, a pesar de todo ello, al volver a la habitación (compartida por gente de diferentes continentes) algo así como una catarsis tomaba vida dentro de mí. Volvía a estar, rodeada de gente pero sola y mi única compañera se volvió mi confidente, llevando con ella -además del peso de mis objetos personales- mis emociones contenidas al ver lo que veía y vivir lo que vivía, sin poder decir nada...

Entonces entendí eso que dicen muchos "viajar enriquece, te hace madurar, crecer y en muchos sentidos valorar lo que tienes (o tenías) en casa". Esos viajes que realizamos solos nos hacen comprender un millón de cosas, y mirar (observar) todo aquello que generalmente pasa por común a nuestra vista. Las fotos pueden decir mucho, pero jamás se acercarán si quiera a lo que en realidad sentimos al estar en ciertos lugares, a las experiencias que tuvimos, a la calidad de la gente, el trato, el idioma y todo lo demás.

Algunas veces me descubro extrañando algún sabor, un sonido e incluso aromas, intentando no desesperarme por querer volver a estar ahí. Entonces, respiro larga y profundamente, me relajo y pienso en el próximo viaje, ese en el que mi compañera inseparable seguirá estando ahí, pero en el cual también tendré a alguien a mi lado para poder admirar, reir y compartir la magnitud de cada escenario. Un viaje en el cual las fotos no serán sólo de los lugares sino de las personas que fueron a visitarlos.

Y, como en la película, cada viaje es -definitivamente- diferente, cada uno nos aporta diferentes experiencias y enseñanzas, algunas veces debemos ir solos para encontrarnos con nosotros mismos, otras tantas (considero que la mayoría) debemos, al menos, intentar hacerlo acompañados. Es momento entonces, de pensar no sólo en esos viajes que ya hemos realizado sino de esos que tenemos pendientes y con los que ya soñamos...


3 comments:

  1. CLAP ! CLAP ! CLAP! WRITTEN BEAUTY as always..

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  2. What else can I say? Just for us...

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  3. hahaha autobiografia de la nina de la mochila azul hahah como q ya estas encontrando tu estilo propio no? ... me agrada lo q leo ... exito en todo y saludos

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